. Actúa a la vez como receptor y distribuidor. Recibe la energía de la alimentación, del aire y del sol.

Parte de la energía la producen nuestras células – sus átomos contienen protones, electrones y neutrones – . La energía del organismo se distribuye a través de los meridianos – una acción similar a la que hacen las venas transportando la sangre -, contribuyendo de este modo a la reproducción celular y al consiguiente buen estado de salud.

No obstante, en ocasiones, la energía no circula con fluidez y queda estancada. La energía retenida obstruye los meridianos. Es lo que llamamos bloqueos energéticos, unas anomalías que producen inflamaciones, absorben la energía de los órganos que rodean los bloqueos y generan disfunciones físicas y psíquicas.La principal causa de los bloqueos energéticos son los impactos emocionales negativos no liberados. Es por ello que decimos que la mayoría de las enfermedades físicas tienen un origen emocional. De todos modos, los bloqueos energéticos pueden erradicarse combinando diferentes técnicas terapéuticas.